La hoja del cuaderno

Mariana y Karla pagarian muy caro por lo que habian hecho. Despues de que yo las escuchaba todos los dias con sus "traumas masculinos". Ellas, las tipicas adolescentes que querian a un hombre que no iba a la escuela y cuando las dejaba, se sorprendían por el resultado. Ellos eran unos angeles.

Pero yo, la que siempre se quedaba atras, que no habia dado su primer beso aun, parecia una vieja amargada.

Y ahora ellas estaban sentadas juntas sin siquiera voltearse para hablar conmigo. Mi enojo crecio aun mas cuando Xochitl, la niña mas callada del salon que siempre preferia sentarse sola, se sento a mi lado. Esto era el colmo.

-Hola- dijo timidamente. Ella y yo habiamos sido amigas en septimo grado. Pero eso ya era historia antigua, yo habia cambiado gracias a Monica. La muchacha mas divertida que habia conocido. Ella era muy chistosa y sociable, me habia sacado de mis años negros presentandome a su prima Mariana. La voltie a ver enojada ignorando a Xochitl. Mi enojo crecia rapidamente, al punto de llorar, y la unica salida de emergencia era contarselo a la chica que estaba a mi lado antes de pararme y golpear a dos de mis mejores amigas.

-Hola- dije un poco tarde- Estoy tan enojada con ese par. Dije señalando a Karla y Mariana.

-¿Porque?

- Pues porque ellas no se separan nunca. Soy siempre la tercera. Si te fijas ellas dos siempre estan juntas. Lo mismo es con Ana y Violeta.

- Creo que si, deberias conseguirte a alguien.- dijo riendo. La mire enojada hasta que ella se calló. Esto era el punto, yo no podia conseguir a nadie. Era tan amargada por mis amigas que pensaba que todos los hombres eran iguales. Aun asi yo daba los mejores consejos acerca de eso. Sin el amor nublandome la mente podia pensar con claridad a diferencia de mis 4 amigas.

Me pase la primera hora pensando en como llamar su atencion, hasta que me fije en Xochitl. Ella habia soportado mis años negros con paciencia y yo solo la habia abandonado. Eso no era justo, aunque el termino abandonar no era el apropiado, porque no me acordaba de ninguna platica con ella. Era muy callada.

- ¡Ya se que haremos!- dije de repente entusiasmada. El contraste de humores no le sorprendio. Yo era asi.

-Dime- me dijo sonriendo. Tome una de las hojas que mi papá me habia dado de reciclaje de su trabajo.

- Pondremos nuestros nombre y...-hize planes sobre la marcha- pondremos nuestros E-mails en esta hoja y las aventaremos por la ventana a ver que pasa.

- Pero... estan todas rayadas- voltee a ver las hojas con pequeñas conversaciones por todas partes que habia tenido dias atras con Mariana en clase de Quimica

- Tienes razon- dije sonriendo. Tome mi mochila del suelo y elegi el cuaderno que menos usara. Tome el de taller de matematicas. Odiaba esa clase.

-Toma, tu primero- dije pasandole el cuaderno mientras trataba de meter de nuevo el desorden de mi mochila donde deberia estar.

- Aqui esta mi papel- me dijo pasandome su papel. Lo tome y lo abri decia: